En el débil camino por debajo del umbral de mi consciencia,
Cuando mis fuerzas se apoderan de mis palabras, mis palabras descartan a mi boca y como haciendo espera del próximo evento bélico imaginario entre los fugaces fantasmas de tus presencias y la reacción automática de mis fantasías, en este momento es cuando mi cuerpo es incapaz de dar razón a sus duros movimientos.
Drogado de imperfectas imaginaciones, veo millones de ojos que me hacen olvidar tus ojos, nuevamente esta noche nos volvemos a perder y a hurgarnos sin sensores, vuelven tus sombras a besarme y agitarme, a desesperarme y dejarme lesiones que me son punzantes, me oprimen y me dejan lacerante. Niña mía no interrumpas mi medicina, no estorbes mi dormir. No me lleves a sumergirme en ese mar lleno de vivencias dolorosas, a esas olas que llevan tu nombre, desde aquí todo va bien, no sueltes las amarras de mi embarcación porque aquí mi corazón esta tangible y quieto, no me lleven.
Cuando mis fuerzas se apoderan de mis palabras, mis palabras descartan a mi boca y como haciendo espera del próximo evento bélico imaginario entre los fugaces fantasmas de tus presencias y la reacción automática de mis fantasías, en este momento es cuando mi cuerpo es incapaz de dar razón a sus duros movimientos.
Drogado de imperfectas imaginaciones, veo millones de ojos que me hacen olvidar tus ojos, nuevamente esta noche nos volvemos a perder y a hurgarnos sin sensores, vuelven tus sombras a besarme y agitarme, a desesperarme y dejarme lesiones que me son punzantes, me oprimen y me dejan lacerante. Niña mía no interrumpas mi medicina, no estorbes mi dormir. No me lleves a sumergirme en ese mar lleno de vivencias dolorosas, a esas olas que llevan tu nombre, desde aquí todo va bien, no sueltes las amarras de mi embarcación porque aquí mi corazón esta tangible y quieto, no me lleven.
