Entre la puesta y la salida del sol hostil
En la oscuridad de este tiempo,
Delante del escenario noble y admirable de tus ojos,
Hemos contemplado una figura de cuerpo adorable
Un verdadero cuerpo celeste
Que brilla con luz propia
Fugaz como nadie más que tu
Estrecha en el tiempo
Y sobresaliente entre las noches
Me miraste un segundo,
Me calmaste ese minuto,
Me adormeciste esa noche,
Me muestras tu belleza y desapareces,
Tu velocidad mágica, huye y desaparece,
No alcance a Explorar los rayos de tu dulzura
Iluminaste mis arenas y te vas
Sellaste alguna herida y te vas
Devuelves los caminos perdidos y te marchas,
Desafortunados son estos tiempos,
Apasionadas las horas,
Y poseído con vehemencia por tu pasión
Voy quedando ciego y pobre de razón.
Condenado a tenerte lejos,
Prisionero de la maldita distancia,
Y privado de tus fulminantes besos,
Miro esta inmensa bóveda sobre la tierra
En el cual se mueven los astros,
Y discrepo con los poderes celestiales
Lo injusto de nuestro tiempo.
Días de paz para una corta historia
Una leve transfusión de calor en nuestras sangres,
Destellos de caricias al grueso de nuestros tejidos.
Que nuestros ojos sigan conspirado
Para ocultar la luna,
Y compartir otra caída de estrellas,
Que pasan muy aprisa,
Tan a prisa como tu hermosura,
Que ellas complementen nuestras noches,
Y calmen las angustias de mis madrugadas.
estrellita GC. Con mucho cariño.
Carlos Gallegos R.
diciembre de 2006.
